Con este pequeño juego de palabras y después de las extrañas sensaciones de la semana pasada con tanto griterío, resumimos brevemente la mini, mini, mini semana santa.
En Guaria algunos no habíamos estado y en el sector oscuro creo que ninguno. Por supuesto después de la pertinente llamada al servicio de información dimos con el lugar.
| <></> |
Buen sector, cercano y con sombra, aunque hay que tener cuidado con los grados potentes y con las placas que tienen lascas algo sueltas.
Por la tarde había que partir buscando el sol, así que a pillar el sendero hacia la siguiente zona. Precioso barranco con vías fuertes y de continuidad.
Aquí el primer largo de una de tantas clásicas de la zona, el Diedro Negro, fisura de dedos y bavaresa, resbalona en algunos tramos.
El segundo largo ya sale algo más apretón, aunque también es verdad, que debido a la calidad de la fisura con alguna triquiñuela se puede solventar.
Precioso barranco.
En Ifonche la tónica era repetir cosas y como tal así se hizo, escalando y recordando e incluso se probó alguna vía abierta por los señores del Sur.
Como siempre, zona ésta tranquila, donde la discreción tiene que ser la premisa fundamental para escalar y así evitar males mayores, respetando a cabreros, cabras y todo lo que se menee o no, por allí.
Aunque algunos, para algunos, el meneo fue poco.
Recuerda el Gran Gorila vigila tus escaladas, ten cuidado, se prudente, respeta el entorno y al resto de compañeros.
De hecho viendo mi mal estado físico el “Gran Gorila” se quedó pensando, me miró de refilón y me susurró en voz baja con su tono grave y profundo.
Yo que tú, la próxima semana colgaba el tótem
La frase de la semana fue eso, haces una bicicleta, luego rebotas y al invertido, claro que el invertido estaba como cinco metros más arriba.