lunes, 1 de marzo de 2010

A pesar de la lluvia

llueve tierraA veces escalamos, a veces sólo hablamos, otras hasta jugamos e incluso a veces escalamos, hablamos y jugamos, todo en uno.

En otras llueve, sí llueve y miramos la pared que resbala, se oscurece, pierde su tono natural, miramos el cielo que no deja de ser gris y nos quedamos con la magua de entrar en su fisura, después de trabajar, comer algo ligero por lo de ir con el tiempo justo y salir escopetados, nos encontramos con el agua que hace añicos nuestras prisas por ascender por sus formas, pero siempre conseguimos motivarnos para el próximo día, para encontrarnos entre cuerdas, tintineos de mosquetones y la energía de seguir queriendo escalar.

Ya vez, en ocasiones el tiempo no acompaña, pero equipara el no poder trepar con estar con el compañero, regalarnos el barro de unos zapatos y compartir los ratos de risa .

Tocará en otro momento abrazar la roca y seguir buscando la esperanza que está dos pasos más arriba.

 

Tortuga

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anímese y vámonos para el Figueroa el finde.
Jaime.