Naranjo, siempre Naranjo.

Para allá nos fuimos como siempre con nuestro escaso entrenamiento, pero con la mochila cargada  de pasión por la montaña. La aventura resultó enriquecedora, atractiva y nos generó más ganas de Picu. En total tres días que se  nos hicieron horas, minutos diría yo.  Al volver muchos recuerdos y muchas ganas de acabar lo empezado.

No pudimos finalizar la vía, pero nos sirvió para cogerle “la medida” perder el miedo y conocer largos y escapes, así que en próximas salidas habrá que acabar la tarea.

El primer día después del pateo desde Sotres  hasta el refugio tocó descansar un rato y probar los primeros largos de la vía.  Los más duros.  Empatando los dos primeros largos, nos colocamos frente a nuestra cruz, el tercero catalogado como 6c  en libre el cual se pudo sacar  acerando mucho y moviéndonos en libre muy poco. Bastante duro nos resultó, con la roca muy lavada en algunos pasos. Una vez arriba decidimos dejar cuerdas fijas para el siguiente día yumarearlo y  así ahorrarnos el curro.

6:45 más o menos, aquí comenzaba el tenderete. Los primeros largos tocaban con frontal, es lo que tiene levantarse temprano.

Todavía no tenemos claro si fue buena idea yumarear el tercero porque esto lo hicimos  con medios de fortuna, un machard y el reverso y claro, llegamos algo “tostados” sobre todo el último que tenía que tirar de la cuerda y  pesaba bastante.

Una vez  superado esto, los planes cambiaban, el que subía último tenía que descansar y el  otro atacar el siguiente largo con una salida bastante lavada y que la verdad tampoco regalaba nada, salida por fisura, luego una pequeña repisa, pasos para destrepe y pequeño diedro hasta la reu

  Todo esto nos situaba en la reu para atacar una pequeña placa protegida por dos parabolt y meternos en la cicatriz donde cada uno montó  donde le parecía.

La reu estuvo amenizada por otra cordada que haciendo la directísima desplegaron todo un  “set” de improperios  a lo largo de toda la vía.

 

 

El frío se  hacía notar porque en esta cara el sol da  bien entrada la mañana y bueno, el ambiente en este largo ya  cogía carácter. La pared empezaba a coger color. Cordadas que  comenzaban, gentes paseando por la base, público en el refugio y los señores del artifo  que el día anterior habían burilado un buen trecho desplomado seguían en su empeño.

A nosotros nos pareció uno de los largos más bonitos de toda la vía la…., pero eso  va en el siguiente post.