El primero de cuerda. Roger Frison Roche

Es un libro “limpio, claro” donde disfrutaremos de una narración amena y entretenida sin excesos en cuanto a subterfugios. Curiosamente leí no se dónde “es un libro de montaña concebido en el desierto”. Su autor Roger Frison Roche allá por los cuarenta trabajaba como periodista en Argelia y al solicitarle una relato corto para entretener a los jóvenes soldados que participaban en la guerra entregó un borrador de 20 páginas para que su jefe le echara un vistazo, éste lo publico y así se vio en la tesitura de finalizarlo. Al año siguiente en 1941 se publicó la novela integra en Francia. Su éxito viene avalado por los más de 3 millones de ejemplares editados. Gracias a este éxito escribiría dos más, completando una especie de trilogía Grieta en el Glaciar y Retorno a la montaña. Así que habrá que completar la trilogía para opinar en consecuencia.

El argumento es sencillo Un guía de montaña de Chamonix sufre un accidente mortal y sus compañeros organizan una expedición para recuperar el cuerpo. A dicha expedición de rescate se une el hijo del fallecido, Pierre, al cual su familia había obligado a estudiar y trabajar como hostalero para apartarle de los peligros de la montaña. Pierre sufre un grave accidente durante la operación de salvamento, y se ve atacado por el vértigo. Esto lo hace viajar por el tren de la mala vida, hasta que sus amigos se empeñan en sacarlo de ese pozo sin fondo… Bueno el resto habrá que leerlo.

Alpinista y aventurero maneja la pluma con exquisita sobriedad siendo capaz de plasmar descripciones y sentimientos de una forma realmente deliciosa.

El 16 de diciembre de 1999 falleció a los 93 años de edad llevándose consigo el amor por sus montañas y dejándonos al resto relatos inmortales.

Gracias al dueño del libro por su préstamo.