Esencia de Tume-que. Roque Enmedio.

La lluvia despidió lo que se había comenzado un par de buenas horas antes. Desde la silla del bar de un amigo comentábamos lo acontecido durante la jornada.

- ¡Te la mandastes!

- Si, si, pero hay que apretar más, que el pasito es de bloque y luego hay que levantarse para seguir escalando.

- Blanco tío, que pasa que no hay tinto ¡coño!

- Que ésto es vino bueno, pruébalo primero Shinga.

- Enjuaga el vaso Tadeo,

- ¡Me pinteeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

A una hora prudente nos encontrábamos al pie de la Tume-que, vía ésta a medio reequipar, pero bueno, como diría el Sherpa ¡Eso es así!

Muy recomendable, de largos sencillos (exceptuando un pasito) con alejes entre los seguros. El primer largo discurre recto hacia el techo donde encontramos el paso de la vía. Este se pude sacar en libre 6b, o en artificial A2e.

Nosotros, como ya es habitual utilizamos la sabia combinación entre libre, artificial y a tomar por c… todo. Técnica esta donde ya somos muy solventes, en algún momento tendremos que explicar paso a paso los claves de esta compleja técnica de ascensión.

Una vez superados estos pasos el resto baja mucho de grado y se puede subir cómodamente, aunque hay alejes y estamos escalando así que hay que estar a lo que hay que estar.

Aprovechando el tiempo para practicar técnicas ancestrales de aseguramiento. Por favor no repetir.

 

 

Finalizando el segundo largo salimos de la vía caminando hacia la izquierda, justo donde termina el canalón. Luego tocó  almuerzo y visualizar la pared para seguir recuperando cositas.

Pateo hacia el coche y discusión en el bar, que es como se acaban este tipo de cosas, la próxima “Malas hierbas “ que imaginamos será como el resto de estas vías. Alejes, buena adherencia y algún pasito   parecido al vino “alegre”.

El croquis pues…  en el blog de croquis.