¡Cuánto más subo, más dudo!

El sábado, como muchas otras veces tocó recomendación, así que con el café de rigor en el cuerpo y algo de lluvia y niebla, por fin estábamos en La Catedral. La vía elegida abierta por Raúl (desconocemos el nombre de la línea, ya nos enteraremos), trascurre por la cara norte, un recorrido en artificial con pasos en libre, bonita por su ambiente, además de recorrer bellas secciones de pared en esta cara.

Arrancamos siguiendo la línea de spit canelos salteados con algún fisurero del mismo color, con toda parsimonia fuimos subiendo, encontrando  reuniones cómodas que  invitan a fumarse un tabaco y disfrutar del paisaje. Hay que decir que algunas nos las saltamos, concretamente la r2 ni la vimos y la  r5 pues al estar tan cerca de la línea de rápeles nos fuimos directos a las argollas de bajada de toda la vida, deber ser la costumbre. Esto puede traer confusión por no tener  el croquis del aperturista.

 

 

Aunque muchas veces durante la ascensión nos asaltó la duda, nada más salir del  suelo un  agujero y  a unos centímetros otro empastado, justo al lado de la primera  chapa, como diría un amigo pensamos son cosas del querer. En el segundo largo, donde los spit alejan bastante,  de hecho hay que hacer alguna  “filigrana” para poder chapar nos encontramos con lo mismo, agujeros tapados, exceptuando uno donde la tortuga mayor sacó las uñas y cual gata en equilibrio solventó la situación, menos mal que la exprés rígida trabajó como una campeona.

La duda nos asaltó básicamente por nuestra ignorancia al desconocer el motivo de tanto agujero tapado, entendemos que si se deja abierto, pues habrá que emplearse a fondo con las uñas y el equilibrio, pero si se tapa pues  ¿ A qué obedece? Así a primera vista sólo denota poca ética en la apertura, nos obstante, cuando hablemos con su aperturista preguntaremos, por curiosidad. y rectificaremos si es menester.

No somos doctos en la controvertida ética de montaña, pero de las pocas experiencias que tenemos, un pequeño bagaje, el imprescindible, se nos ha quedado, y como opinar partiendo del respeto es gratis, pues lo comentamos.

El croquis refleja como siempre lo realizado, nunca colgamos algo que no hemos hecho y siempre lo publicamos como lo hicimos, si no faltaríamos a nuestra ética. Si en algún momento se cuelga algo que no se ha hecho se especifica, debe ser una extraña manía.

El cuerpo no acompañó y la cabeza no ayudó, pero la tortuga mayor como siempre arrancó para arriba sin mirar atrás comiéndose largo tras largo hasta cumbre, siempre con una sonrisa en la cara como es habitual en ella. Eso es así y hay que decirlo.

 

 

Como siempre decimos,  La Catedral, un Roque que hay que proteger, cuidar, mimar… por muchas cosas, su paisaje, sus colores, su feeling inigualable y eso, por no nombrar el resto del paisaje, inconmensurable.