miércoles, 16 de octubre de 2013

Royal Robbins, el espíritu de una nueva época.

Entretenido como pocos, este libro nos cuenta la vida de uno de esos señores atraído por un modo de vida, la escalada, la naturaleza, los horizontes abiertos a un mundo vertical.
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Ediciones Desnivel
Autobiografía
Josep Manuel Anglada en un pequeño prólogo sobre Royal, nos cuenta en unos cuantos renglones una rápida visión de este conocido escalador, que durante décadas estuvo en la élite de la escalada en roca.
Como dice su autor Pat Ament, el libro es parcial porque toda biografía ofrece la visión particular del autor respecto al la persona sobre la que se escribe.
A comienzos de los cincuenta, Royal realizó una vía clásica abierta años antes con tacos y clavos desde donde sus aperturistas se ayudaron para ascender.  Así consiguieron escalar un magnifico diedro de 90 metros “Open Books”.Él lo realizó sin necesidad de agarrarse a nada que no fuese la roca y sin usar ningún seguro para descansar, tiempo después se consideraría la vía de mayor dificultad en Estados Unidos, un 6a que por aquel entonces, era lo más alto en cuanto a graduación.
Robbins estaba convencido que con buriles suficientes y tiempo se podía subir cualquier cosa sin importar su dificultad por eso su actitud frente a la  escalada  ha sido siempre ascender sin ayuda o con la menor posible. Realizó numerosas ascensiones y aperturas empleando siempre esa manera de ver la escalada. Su modo de pensar chocaba a veces con otro sector de escaladores que pensaban que la aventura no terminaba por no usar medios artificiales de apoyo, las discusiones llegaron a ser tan fuertes como las reacciones, en más de una vez se machacaban buriles en vías abiertas por este método. Nuevos modos de pensar llegaban a la cuna de la escalada Yosemítica donde se fraguaban para que luego su eco retumbara en el resto de la comunidad escaladora.

Royal
Robbins en la Salathé
Hombre creativo y consecuente alabó la forma de escalar de algunos de sus predecesores John Gill, Jim Bridwell, John Bacchard, entre otros.
En cierta ocasión escalando en Inglaterra fue invitado a un debate sobre el uso indiscriminado de buriles en las ascensiones, él junto a Pat Ament defendería la escalada limpia frente a Jerry Moffat y Chris Gore cuyo  mayor argumento consistía en que la escalada era algo libre y que la ética tenía que dejarse para otros menesteres, aunque apoyado por algunos de los más brillantes escaladores de la época como Catherine Destivelle quien se quejó enérgicamente sobre el abuso de parabolt en muchas fisuras de Chamonix, Royal salió convencido de que había ganado la batalla, pero la guerra estaba perdida, aún así siempre defendió su modo de ver la montaña.
En su visita a Inglaterra  pudo observar, cómo los británicos habían ideado una curiosa técnica de aseguramiento que no dañaba la roca y consistía en empotrar tuercas con un cordino en las fisuras, rápidamente adoptó este método y lo promocionó en Estados Unidos donde no solo triunfó, sino que además, los escaladores americanos se convirtieron en maestros en el uso de fisureros evolucionándolo tanto en diseño como en material, usó uñas, algo desconocido hasta entonces, para realizar pasos en artificial sin tener que dañar la roca e incluso creó técnicas para el izado de petates en grandes paredes. Siempre activo, siempre buscando y por supuesto, siempre que su salud se lo permitía, escalando.
Realizó infinidad de conferencias por Europa, fue instructor de escalada, profesor de esquí y representante de su línea de productos para la montaña junto a su mujer Liz.
Escribió infinidad de artículos para revistas especializadas en montaña y escalada e incluso se sintió atraído por los ríos, realizando innumerables primeros descensos en kayak, siendo gran devoto  del piragüismo en aguas bravas.
Amante de la música de Dylan, de la Naturaleza por la cual procesa respeto y admiración. Reconoció las grandes maneras que apuntaban muchos que luego se convirtieron en la siguientes generaciones de escaladores punteros a nivel mundial, reconciliándose incluso con su gran rival, por llamarlo de alguna manera, Warren Harding y reconociéndole su valor y empeño. Este por su parte también  reconoció que Royal, siempre había escalado mucho mejor que él.
Actualmente ha publicado una autobiografía además de seguir ligado de una manera u otra, a su modo de vida que le acompañó desde muy joven.
El debate sobre el uso de seguros fijos,  eterno por otro lado, sigue estando  hoy muy vigente, chocando a veces las distintas posturas y llegando a un entendimiento equitativo en otras. Con la popularización de la escalada a veces se ha agudizado hasta límites insospechados provocando actitudes incomprensibles las cuales esperamos que sólo sean para que en algún momento se llegue a soluciones de consenso por parte de todos los implicados. Imaginamos que todos, al fin y al cabo, perseguimos lo mismo, practicar lo que llena el espíritu, conservar para futuras generaciones lo que nosotros hemos y estamos disfrutando sin coartar a las ansias de descubrir y experimentar de esos  escaladores que están por llegar los cuales ellos mismos, pondrán su tope, gracias al empuje de su coraje e imaginación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Déjeme ese libro hombre!!!