En
el ocaso del invierno, se recorren senderos con alfombras caducas, se camina
entre el verde que nos sirve de manto.
El
amarillo recorre el suelo, el gris invierno en partes de la pared, el tierra
dibuja trazos por donde ascender. A la orilla de un camino volamos al aire.
Siempre entre las hojas más resistentes, las que superan el invierno y se reinventan en primavera.
Ascendiendo a la cumbre se pillan cosas guapas y bonitas, se mezclan los colores. A las vías les falta algo de limpieza, pero eso son cosas que muchas veces da el tiempo,
Siempre entre castaños se dibujan las vías, Luego solo queda probarlas.
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