jueves, 7 de octubre de 2010

Motivación por contagio.

Algún iletrado como diría un amigo, escribió una vez:

 Motivación, extraño vocablo que se cuela por la comisura de los labios, tocando en las puertas del cielo.

Motivación tiene muchos parientes, es hermana de la determinación, prima de la fuerza que todo cuerpo necesita, pero no de “esa” que tensa los músculos del cuerpo, sino de aquella que tensa los resortes del espíritu. También tiene un pariente lejano que es la soledad donde uno mismo genera ese extraño elixir con el que alimentar el alma.

La motivación, se destila en alambique construido con los resortes que mueven la mente. El maestro eremita debe trabajar concienzudamente destilando el preciado oro líquido. Para conseguir un solo vaso de este dulce elixir se necesita mucha leña donde quemar los miedos, la vagancia, los problemas que cada día te escupe la vida.

La motivación también es contagio “exquisita enfermedad esta” si se puede decir así, que se transmite sólo a los cuerpos propensos a ello.

Un ejemplo gráfico de ello lo tenemos en los TRURP familiarmente conocidos como Trusss, trusss, (Toño Realized Ultimate Reality Piton)

 

Juan A (rurp)

Después de diferentes modelos y distintos materiales, surge de la necesidad aunque más bien de la pobreza (hemos tenido que renovar arnés recientemente)  estos pequeños bichitos cuyo  fin es el de entretenernos en las tapias que el horizonte acerca a nuestras manos.

La mente del artesano dan vida a estas pequeñas placas para la progresión. Su dedicación y entusiasmo son dignos de Salathé.

Esto ha sido testeado en el laboratorio “ tira un peso muerto haber que pasa” así que sólo nos hacemos responsables de nosotros mismos y a veces ni de eso. Dicho queda.

 

Inspirar pasión en la familia y los amigos tiene más valor que estar vivo por ellos.

                                                                                                                            Alex Lowe

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias padre por estar siempre en todo lo que me conmueve. Gracias por ser esa persona tan especial. Gracias porque en ti nunca está la palabra NO.

Te quiero inmensamente

Tortuga.

Anónimo dijo...

Esto me recuerda la historia de la mosca ( peludo para los amigos) que una vez, hace ya mucho tiempo, fue con unos cinturones de coche a ver a un zapatero con la intención de que se los cociera en forma de arnés. Cuando aquel buen hombre le preguntó al energúmeno que para qué lo quería, este le dijo que para colgarse de los riscos, a lo cual el buen zapatero le dijo " ah no, para eso no, arranca de aquí chiflado". Lo que el zapatero no sabía era que el energúmeno era muy cabezón y al final consiguió quién se lo cociera y fue a probarlo haciendo una variante del puenting en pared ( amarras la cuerda a un arbol y al arnés, te das los metros d cuerda que calculas hay hasta el volado, pasas un par de vueltas por el brazo ,por si acaso, y tras coger carrerilla te tiras al vacio confiando en caer por debajo del techo). Y así fue....... Aunque de cómo acabó el mosca y sobre todo el arnés casero hablaremos en otra ocasión.
A los tortugas solo decirles que prueben una y otra vez esos bichos caseros a raz de suelo antes de meterse en ninguna Salathé, que por mucho caparzón y cabeza dura que tengan el suelo también está duro.
Aupa.

Anónimo dijo...

vale, vale.
Se busca peso muerto para prácticas de TRURP razón aquí.