martes, 5 de marzo de 2013

Shinga Wall. Pateo por Anaga

El tiempo asecha La mañana se había levantado algo arisca, el tiempo mezcla de sensaciones mostraba su cara más díscola, ráfagas de viento, cielo encapotado, frio.

La expedición preparó los pertrechos para la búsqueda de la que ellos llamaban Shinga Wall.

Desconocían bastante, así que una mezcla de material donde los chubasqueros también tomaban importancia ocupaban sus mochilas. Sus mentes incrédulas tenían la extraña sensación de que aquello no les llevaría más de un rato, coser y cantar pensaban. Un fisco de pared, un agradable paseo y vuelta a calor del coche.

Mientras, el promotor de la expedición reía entre dientes. Él sabía que no sería tan sencillo.

Barranco Valleseco Carteles, pa´que?

Una vez preparados partieron siguiendo el sendero, primero hacia arriba para luego enfilar el barranco acariciando su cauce.

Insertidumbre o bagancia ¡vete a saber! Los expertos oteaban las paredes, acechaban en todos los recodos intentando descubrir dónde estaría el paso que les abriera la puerta a la otra vertiente de la formación montañosa que encima de ellos, los vigilaba implacable.

Llegado un punto, las fuerzas y el hambre empezaban a avisar para un descanso inmediato, así que al abrigo del camino hicieron una parada, había que retomar fuerzas, volver a observar la montaña, intentar orientarse, analizar minuciosamente sus paredes. En pocas palabras encontrar el paso hacia la Shinga Wall.

Después de no pocas discusiones, la expedición decidió retroceder sobre sus pasos e intentar ¡Pa´rriba! cruzar al otro lado. Pero la subida se tornó tediosa, agotadora y cruel con algunos de los integrantes. Viéndose ya desprotegidos y ante la incertidumbre  intentaban recolectar todo tipo de frutos y raíces por si la noche y el frío intenso hiciera acto de presencia y no con buenas intensiones.

Recolectando.

Habían pasado unas horas cuando los montañeros empezaron a sucumbir a la Shinga Wall, tirones y agotamiento que imposibilitaba la marcha normal del grupo hizo incluso, que algunos de ellos comenzaran a divagar, no podía ser mal de altura, nuestro técnico en nuevas tecnologías  nos informaba de la altitud. Estaba claro, la Shinga Wall cobraba tributo a los incautos que osaban penetrar en sus dominios.La locura hizo mella

Arrastrando sus bastones como almas en pena, intentando llegar a la seguridad del coche.

La Shinga Wall había hablado.

 

Desandar el camino, bajo la mirada de aquel que siempre supo que no sería tan sencillo, que la Shinga Wall, cobraría su peaje.

Este lo equipo RobertLos idílicos paisajes embriagaron sus mentes y generaron falsas expectativas de facilidad, pero la Shinga no permite que se rían de ella.

A duras penas consiguieron llegar vencidos y derrotados a la tranquilidad del coche. El  fracaso se vislumbró en pocas palabras.

El camino. Componente de baja

 

- Joder, si hubiésemos ido por donde yo dije.

- Ya, una mier… Por ahí no llegamos ni de coña.

- Que noooo! Eso era pa´bajo, coño.

- Para abajo, a ver  organización, que era a buscar la pared, no ir a darnos un baño a las Teresitas.

- ¿Cuándo comemos?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Se los comió, los masticó y luego los vomitó.
jajajaj.

Así no se puede

Anónimo dijo...

A mi me da que ese SHINGA WALL no existe. Nos engañaron.je,je,
Habrá que volver, está claro.
Jaime.

Anónimo dijo...

¡¡UKOTE, MÁS SANGRE, MÁS SANGRE!!
jajajaja.

Tortuga

Anónimo dijo...

LEYENDO ESTO SE ME HA ENCONGIDO EL CORAZON

http://desnivel.com/escalada-roca/rescate-escaladores-accidentados-en-redovan-insuficiente-e-ineficaz

sHINGA

Misning dijo...

Vaya relato estremecedor. Ahora ya se convierte en mas arriesgado el deporte que practicamos, ya que partiendo desde el punto de que se hace con responsabilidad y que aun de esta forma puede ocurrir un accidente, ahora hay sumar además que contar con un posible rescate con éxito es, cuanto menos, una utopía, dado el embrollo protocolario por el que hay que pasar. Estos centros coordinadores se lían a llamar a todas las policías que acuden solo para valorar y certificar que, efectivamente, ellos no pueden actuar y entonces llamar a cuerpos especializados. ¿Pero que es esto? Si ya les estas diciendo que la zona es de difícil acceso y que necesitas helicóptero!! Y venga a activar a todos los medios, unos mas útiles que otros, para acabarse ahogando en el fango de las competencias duplicadas e inútiles… mientras tú ahí muriéndote!
Al final te moriste, pero el Gobierno se limpia las manos porque “activó todos los medios y protocolos”... Nadie se da cuenta que esto es precisamente lo que hace infructuosos muchos rescates? Porque no actúan directamente los especializados? Al menos en Canarias no interesa, ya no dejan actuar de forma directa a los grupos de rescate desde hace unos años, aquí lo único que cuenta es colgarse medallas, chupar del bote, y lavarse las manos, que no vengan otros a hacer las cosas bien y se vayan a llevar el éxito…

Anónimo dijo...

Muy buen comentario.

Anónimo dijo...

Gracias por estar a mi lado y por esa sorpresa. Muchos escachones a todos

Tortuga

Anónimo dijo...

jajajajaja Que bueno jajajajaja, a pesar de los tirones, lo pasé genial. Ya tenía ganas de pasar un día con mis amigos, disfrutando, no sólo del paisaje y de la actividad, sino de su compañía, con interesantes y muchas veces divertidos comentarios, y siempre buenos momentos. Gracias a los tres por soportarme (y no aplicar el plan B jajajajaja). Un abrazo. El Matata.

Anónimo dijo...

Uko hay gente k solo da cariño en dosis minusculas, otros nunca lo dan. Tú lo regalas a borbotones. Eso te garantiza amistad y buenos momentos d por vida. Un abrazo para tì y un beso para la masajista



Anónimo dijo...

Fijense en el desequipamiento de la vía Jesucristo en el Ponotx (web de Desnivel). Una de las causas es el retoque de la mayoria de los agarres... ¿y el que talla, ganchea, sube y tapa?.

Pues eso, que en todos lados se cuecen habas

Anónimo dijo...

Teniendo en cuenta la trayectoria de el otro, con que se confiesen y dejen las chapas en la parroquia, asunto solucionado, dijo lo de Ponotx, ah no que el monte y las paredes son de todos y cada uno equipa como le de la gana ¿o no?

Anónimo dijo...

De todos, si, pero con una premisa; el respeto por las paredes, la roca y el entorno natural.