Paseando por ese sur donde van surgiendo pequeñas escuelas y zonas de escalada acabamos recalando en un de ellas, de nueva creación.
Excelente trabajo de limpieza del barranco, se ve que el curro fue bastante, también zona cómoda a la par que tranquila, por lo menos el día de la escalada.
Allí nos detuvimos para observar y ver que se podía hacer. Y algo se hizo, un par de buenas fisuras y alguna placa bastante entretenida nos mantuvo ocupados parte de la mañana y de la tarde. Roca buena donde la cacharrería entraba de fábula y alguna línea muy bella visualmente.
Precioso Diedro, con buena protección.
Entendimos cosas y otras, no las pudimos entender en un día muy relajado pero como dirían los expertos dando “lo más grande” a veces y sentados mirando para el cielo infinito en otras. Además la ausencia de magnesio hacía que la escalada fuese a vista realmente, cosa ésta apreciada en estos tiempos que corren.
Quitando algún problema de valvulina como reza el encabezado el resto de lujo, zona recomendable y de roca agradecida donde disfrutar. Como siempre la jornada terminó reponiendo fuerzas en un lugar indeterminado y saludando a viejos conocidos de regreso de otras islas.
6 comentarios:
Por donde se metieron? Les estuvimos esperando donde habíamos quedado "dándolo todo" nosotros también.
ruinas, págenle a la piba el sueter que le ensuciaron.
Si es que así no se puede, todavía estoy esperando el eurito ¡machangos todos menos T+!
Arrastra el sueter por todo el sur de Tenerife y ahora págenle. Es que se están perdiendo las formas.
Coincido con el anónimo segundo en lo de páguenle el sueter, no se puede dejar tirado el material de la colega en mitad de la calle y luego pretender echarle la culpa a otros. Son unos ruinas.
Jaime.
Eso creo que es sintoma de inmadurez
t+
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