viernes, 22 de noviembre de 2013

Castañada

El verano se marchó, dejando en nuestras mentes el recuerdo de lo que fue y la DSC08345esperanza de lo que puede volver a ser. El otoño se acerca y viene con su primo el invierno. Aunque por estos lares su azote es mínimo siempre queda esa morriña, sobre todo ahora que oscurece tan temprano. De cualquier manera, como toda buena despedida requiere un adiós en condiciones así que, hace muy poco nos reunimos y con algún motivo absurdo porque lo importante realmente es vernos las caras, nos reunimos un grupo de “elementos” para asar unas castañas, beber algo de vino y charlar un rato, si charlar, hablar cara a cara, opinar sobre temas diversos tanto divinos como humanos. El calor de la palabra es algo insustituible, la conversación siempre es grata y ahora en un mundo cada vez más lleno de lucecitas y botoncitos es de agradecer mirar a los ojos cuando das una opinión o comentas algún hecho o proyecto que tienes en mente.

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Gracias a D. Javier por la infraestructura técnica y a unas buenas castañas esperanceras pudimos pasar un rato mucho más que ameno. Fuera llovía a cántaros, pero dentro el olor a amistad, porque también la amistad tiene su olor, impregnaba todos los recovecos haciéndose más densa que el aire.

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Unos pendientes del fuego, otros en la cocina inventando, algunos colocando una pantalla para proyectar recuerdos y comentar momentos. Conversaciones múltiples, que si aquella vía, que si tal o cual zona, que si las lesiones, que si los rescates, que si la cosa con esto de internet y sus DSC08340redes está cambiando los hábitos demasiado deprisa, de todo o de casi todo se habló. Se arregló el mundo y se volvió a romper como en toda buena conversación que se precie. Lo bueno de todo ello que no había pantalla de por medio, nadie decía “me gusta” cuando realmente le daba igual. Las cosas hay que apreciarlas en su justa medida, eso está claro.

Las castañas salían de aquellas brasas a golpe de barro y a veces se mezclaban con queso, mejillones, chochos y la lluvia que fuera seguía cayendo nos recordaba cual afortunados somos por poder compartir esos momentos. Porque al final de todo la vida se mide por momentos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Donde está el Me Gusta!!!

Gracias Anuestraputabola por la convocatoria. Sus castañas esperanceras superaron las espectativas!!!.

J.L.

Anónimo dijo...

¡¡QUE BUENO!!

Anónimo dijo...

Lo más grande

Anónimo dijo...

Esto habrá que repetirlo, pero que cada uno se traiga su dosis de alcohol ¡que dejaron al muchacho sin vino! ¡abusadores!¡¡machangosssss todos menos yo!! jeje.

Tortuga

Anónimo dijo...

Menos mal que no lo titularon Castañazo!!

Javi

Anónimo dijo...

Lo pensamos no te creas, jiji

Anónimo dijo...

Doy gracias a que un día decidí empezar a escalar, ya que tomar esa decisión, me ha llevado a conocerlos a todos ustedes....espectacular la noche que pasamos!!! Jose "Less Luthiers" jejej

Misning dijo...

Ohhhh y no se aburrieron sin la Medusa?? snifff