Creo que merece una pequeña reseña, no hay nada que destacar la verdad, pero claro tengo que dejar constancia.
La pared nada del otro mundo un quinto cortito, eso sí, bastante simpático de escalar.
El día en general bastante bueno, nos hicimos o intentamos algunos, hacer unas cinco vías de distintos grados.
El lugar, extremadamente "guapo" con unas vías preciosas, rocas lisas con pequeñas regletas, tramos con buenos agarres y alguna salida poderosa que costó bastante.
Barranco muy guapo con sombra (siempre bienvenida) y siempre acompañado de cabras que pudieron observar de primera mano como unos chalados se dedicaban por puro placer a subir amarrados a unas "sogas".
La sensación de subir de primero ya en roca, no en rocódromo, bastante intensa, mucha concentración, mente en blanco, intentando generar un movimiento uniforme y lo más complicado intentar cuadrar todos los elementos respiración, agarres, posturas, descansos...
Básicamente yo me planteo cada movimiento como un problema a resolver con distintas variantes. Por supuesto teniendo absoluta confianza en el asegurador, que en este caso era la presidenta del ficticio club, la cual se puede decir que subía conmigo. Y este punto es bastante importante para darle confianza a uno . Eso y resolver problemillas que van surgiendo que parecen impensables hasta que te pasan, fallos de novato claro ( siempre con la voz de la presidenta mezclada con el viento y los balidos de las cabras diciendo ¡ eh fíjate en lo que estas haciendo, cuidado con la cuerda!
Pero encontrarte a tí mismo con tu mente ocupada casi en un cien por cien en una sola cosa es una sensación liberadora.
Seguiremos probando.
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