Hace tiempo, sentados en una piedra se nos ocurrió subir todas las “normales” que encontrásemos a nuestro paso. Así cada vez que vemos una pues la ponemos en la agenda de escalada incluso algunas veces si no nos convence pues, subimos a lo tortuga, esto es “por aquí mismo”. Así le hemos ido cogiendo cariño a algunos peñascos en concreto, los motivos serían diversos.
Recuerdo el tiempo en que pensábamos ¡puff el Figueroa eso esta a tomar por saco y encima la aproximación es criminal! ¡Ni locos! Luego llegaría el ¡Pues mira tu que va a estar bien la subida! ¡Le damos por aquí, luego tiramos para allá y subimos por el canalón y por si acaso llevamos el croquis!
Uno de esos Roques que nos atrae es el Agando , en la isla de la Gomera.
Después de la primera ascensión algo accidentada que todavía recuerdo como si fuese ayer, porque lo pasamos francamente bien, sería la una de la mañana aproximadamente, sentados en el apartadero justo debajo del Roque comentando las incidencias del día, mientras Pedro bromeaba y sonreía, entre Acuarios Pedrito daba cabezadas desesperado por volver a la cama.
La noche que había subido por la loma hacia ya tiempo, nos envolvía cual manta esperancera además gracias a Pedro que apretó el interruptor de las estrellas, teníamos un cielo para la envidia.
El agua bajaba desbocada por nuestras gargantas y nuestras “campanillas” algunas dobles resoplaban con las incidencias del día ¡Sube tú! ¡Entonces te quedaste dormido eh jajaja, que morro!
El Agando quebraba la mirada hacia abajo para observarnos de refilón, aún escucho sus risas e incluso recuerdo palabras encubiertas ¡Volveréis seguro! Nosotros, de vez en cuando alzábamos la vista hacia la cumbre para observar su esbelta figura como si fuésemos protagonistas de una postal.
En uno de esos momentos volvió a nuestras cabezas la sombra de la escalada, en un instante donde no corría ni fisco de aire una brisa cruzó por delante de nuestras cabezas, sobrevolando el brillo de nuestros ojos, la pequeña luz, que a veces se enciende para iluminar algunas ideas brotó de manera natural. Esta vez desde más abajo, más larga.
Habrá que volver.
3 comentarios:
Claro que sí, hombre. Esta vez a subir con uñas y dientes y prácticamente desde abajo por una vía de la que no hay referencias exactas, tan solo lo que nos dicen las fotografías e imágenes que hemos podido recopilar. Una vez allí se confirmará si ese es el itinerario adecuado, aunque en esa cara del Roque no creo que haya mucho donde elegir. Espíritu aventurero, buen ambiente y mejor compañía. ¿ Qué más se puede pedir?.
Jope, si lo pones así, sin referencias, desde abajo, más larga, pues no se yo, ponle que nos perdemos (lo típico), que subimos a lo tortuga ( a tomar por c, subimos por aquí mismo) pues va a ser largo el día. Jajaja.
Menos mal que nos llevamos el ARMA SECRETA. La 3º tortuga, channnn cha cha cha channnnnnnnn.
- Epso feie f escalador llamando a base ¿Cómo lo vés?. Corto
- Hay que seguir por el canal y 3metros 45cm más arriba girar a la izquierda.Mete un fisurero de expansión por levas Camalot del 2.
- Eh, que no, ¿que cómo ves el vino? ¿Ya está fresco'. Avisa pa´bajar.
No se olviden del frontal....
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