Amanece temprano en la Vega de Urriellu y nosotros después de nuestra “cesta de desayuno” nos disponemos a partir, eso sí, antes un cigarrito, que la aproximación es de una hora. Hay que subir por el canal de la Celada que sigue con nieve casi hasta pie de vía.
La elegida es la Cepeda. Primer itinerario abierto en la cara este el 21 de septiembre de 1955 por Pedro Udaondo, María Jesús Aldecoa y Jaime Cepeda, la vía toma su nombre del único de los aperturistas que no se dedicaba a la escalada con asiduidad.
Total unos 350 y pico metros con dificultad de V+ /6a depende de quien la gradúe, e igual pasa con los largos, pero a grosso modo son unos nueve.
Roca buena, los canalizos van estupendamente para las tortugas.
Tenemos que esperar, hay una cordada por delante, así que bajo el humo de un tabaco nos preparamos y vemos a los compañeros ascender.
Nos toca, arrancamos con ligereza, alternando los largos religiosamente y orientándonos mediante el croquis y bueno, lo evidente, lo que pasa que las tortugas se pierden ante tanto papelazo, total que un largo de IV+ acaba convertido en 6ª. La protección a veces es un poco escasa, pero la roca es buena y con tiento se sube sin dificultad.
¡Hay que acelerar la marcha! ¡El tiempo esta raro!
Y claro sucede, justo al pasar por el punto de no retorno, el rápel de bajada de otra vía, comienza a llover. Además este largo es prácticamente horizontal, caminando por unas terrazas hasta colocarse debajo de un diedro. A nosotros se nos vuelve a ir la pinza y el paseo horizontal se convierte en escalada vertical con algún pasito de 6a.
Ahora la lluvia ya comienza a ser intensa y los truenos retumban a nuestro alrededor, como diría el sherpa “una vuelta de tuerca”. Así que nos tranquilizamos y seguimos escalando ahora ya bajo el agua, afinando mucho los pasos para llegar al “ rompetobillos” el cual, entre la prisa y el agua lo pasamos sin mucha historia agarrándonos al parabolt porque la roca ya patinaba bastante.
Atravesamos el agujero y final de la vía. ¡Por fin!. Ahora toca bajar antes de que se ponga peor la cosa.
La tormenta sigue escupiendo rayos y truenos y el agua, a veces suave a veces dura sigue calando hasta los huesos.
No encontramos el rápel de bajada sólo alguna reu que no da muy buen rollo.
¿Qué hacemos? ¿Empatamos las cuerdas y bajamos 60 metros? Puff. ¿Y luego?
A veces la lluvia impide moverse con soltura en busca de los rápeles y eso desespera un poco, viendo además que aquello no va a mejorar sino que se pone peor por momentos. Si llega niebla va a ser un “marrón” muy bonito de contar.
Hay que volver a respirar hondo, sorbito de agua y unas caladas para animar el espíritu. El rápel hay que encontrarlo.
¡Aquí! ¡Por fin!
Venga yo pliego una, tú bajas y montas, grita cuando veas el siguiente y da un toque cuando este listo.
Un buen rato más tarde estábamos a pie de vía totalmente empapados y con la niebla amenazando, así que no hay tiempo para nada escurrir las camisas y para abajo teniendo cuidado con el hielo porque la huella ya es muy pobre y las tortugas no están acostumbradas a estas cosas.
Tomás ¿Se puede comer aún o ya cerrastes la cocina?
Tullidos de frío saboreamos el “caldo especialidad de la casa” ahora ya no pasamos desapercibidos.
¿Sois los canarios? ¿Cómo está eso por arriba? ¿Mucha agua? ¿Hay hielo?
Hoy estamos listos, mañana ya se verá. El cigarrito del día para contar las batallitas vividas bajo la sombra del picu.
4 comentarios:
Sólo nos faltó tocar la virgen, pero las inclemencias del tiempo pues... pero volveremos para hacer otra cosa mas larguita y besar a la señora.
Yo concretamente disfruté mucho de todo el día, cada uno en su justa medida, marcando el paso cada vez que tocaba y cojiendo el relevo cuando el espíritu marcaba. La próxima será más larga. Felicidades a la tortuga mayor por su pericia.
a candelaria a ver a la virgen.
felicidades por todo lo que disfrutaron.
Que guapo ¡¡ que envidia sana que me dais,Abrazos.
Qué hay Tortuga!
Buen estreno!
Y mucha suerte, por no encontrar más que una cordada delante.
Las veces que he subido allí al final ha tenido que ser otra vía porque esa siempre tiene mogollón de gente, aunque imagino que estando la meteo peleona solo unos pocos se atrevieron. ;)
¡Enhorabuena!
Salu2
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