Volvemos al Naranjo, perdón al Urriellu, sí a ese de “no me llames Naranjo porque frutos no doy”.
Otra vez a sentir su sombra sobre nuestras cabezas, unos van a escalar, a ver, a sentir, otros por el placer de viajar y de probar nuevas paredes y algunos van a descansar, a descansar entre sudor, cuerdas y paredes. Algunos, sólo algunos, están condenados a descansar en la almohada que el miedo de un picu da.
Suerte para todos ellos.
3 comentarios:
A mi no me engañan.Los tortugas se van para el Trango. Yo voy con ellos.
Yo también, y depués pa´l barrrrrrrrr
Suerte! ;)
Salu2
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