viernes, 4 de marzo de 2011

Escalar ¿hasta cuándo?


Por qué llega a mi esta pregunta, pues por causas
que los más allegados entenderán.

Me pregunto cuáles podrían ser las causas por las que yo dejaría de escalar y tengo que detenerme a pensarlas fríamente, y no hablo de las lesiones lógicas al realizar un “deporte” de riesgo, en cuanto a lo físico me refiero, si no de aquellas que psíquicamente y psicológicamente puedan introducirse por las arterias y demolerte, el fallecimiento de un amigo en la pared, en un barranco, tu cordada, una caída fea en la que el miedo ya no deja cabida para volver a ponerte un arnés. El hacernos mayor, pues parece que cuando la edad avanza solemos ir tomando la vida con más respeto y ajustamos los riesgos al mínimo, la familia, los hijos, todo aquello que nos ancla a medir los pasos que antes con soltura y sin ella se hacían por la pared.
Aún no he tenido, ni he sentido tal sensación para poder decir que no volveré a escuchar la roca y es que me resulta difícil ser consciente de que alguno de los motivos citados anteriormente fueran capaces de derrumbar algo que apasiona y que al final, como decimos muchos, es una forma de vida.

Supongo que todos tenemos momentos que tienen su historia en el tiempo, pero me cuesta mirar mis pies de gato y saber que no volveré a ponérmelos, que todos los momentos de entusiasmo, de risas, de sueños, queden sólo en el recuerdo sin poder saborear las fisuras, aquella vía que adoro, mis manos en el magnesio, metiendo friends, en fin, supongo que todos tenemos nuestros límites para decir, hasta aquí he llegado.

Es una lástima que compañeros valiosos en la montaña, poco a poco se vayan alejando del mundo de cuerdas y “puis”, parece que pasan desapercibidos, pero la verdad es que se les echa de menos en la pared y un pequeño hueco se queda por el cuerpo, con la pena revoloteando, la siento yo, y algunos más, estoy segura.

Tortuga.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Sus razones tendrá y hay que respetarlas.

La pared es el recuerdo del saludo en la montaña.
La pared es un momento de soledad para compartir risas en la base.
Siempre que guíe, acompañe y deje caer su elocuencia sobre los que intentamos subir, sera escalador.

Siempre que sus ojos reflejen el blanco del magnesio será escalador.

Imponer respeto vacío es fácil, pero ganarse respeto no está al alcance de todos. El es uno que posee esa cualidad.

tumoe dijo...

la guitarra

Anónimo dijo...

¡¡Respeto!! por supuesto!!!!, no has entendido anónimo.
Tortuga

Anónimo dijo...

No tu eres la que no ha entendido

Anónimo dijo...

no dijo que se le falte al respeto ni mucho menos, sino que hay gente que ese gana el respeto de forma natural como si de una cualidad innata en ellos se tratase, por su forma de ser, de actuar. Es a eso a lo que me refiero.
Perdón si te he creado confusión.

Anónimo dijo...

A lo mejor es que ese colega es multidisciplinar ( aguita con la palabrita), o sea, que le gusta alternar escalada, descenso de barrancos, treking o simplemente meditar y estar con los colegas. Es bueno e incluso necesario cambiar de vez de en cuando sin que eso signifique dejarlo definitivamente. En esta vida hay que probar de todas las cosas buenas y no estancarse en una sola disciplina. Es más, como en las reconcilaciones de las parejas, la vuelta a la actividad aparcada hace tiempo hace que lo tomes con más ilusión e ímpetu.
Gracias por su reflexiones en alto.

Historias de montaña dijo...

Qué hay Tortuga!

Muy identificado con tu post.
Tengo colegas que lo han dejado poco a poco también, y uno de los motivos es que han cambiado sus prioridades. Normalmente la familia y la pareja suele ser esa “excusa” perfecta para que poco a poco le “arrastre” hacia otra forma de vida.
Decir que totalmente respetable su decisión, pero, esto lo hablaba con otro colega, el escalador nace, no se hace y si se le quita esa libertad que ha conocido, terminan sintiéndose como un león enjaulado.

Salu2

Anónimo dijo...

Yo respeto por supuesto las decisiones, de echo este texto no trata sobre el respeto sino sencillamente, al ver lo que pasa a mi alrededor me he hecho esa pregunta, sin ir más lejos, no entro en las decisiones de otros en busca de averiguaciones ni mucho menos, simplemente no me había planteado cuándo será que una deja de escalar.

Al anónimo que me responde con lo del colega multidisciplinar ¡¡claro que se pueden hacer otras actividades!! está claro que siempre es bueno variar, pero eso no quita para que una eche de menos a personas que acompañan en la pared, ya sea por su experiencia, por tener agradable compañía o por lo que sea.

Y sería bueno saber quién escribe, gracias. No respondo a más anónimos.

Gracias Vlady por tus aportaciones, son siempre bien recibidas.

Tortuga

Anónimo dijo...

¡¡¡¡QUE VIVA EL ALPINISMO!!!!.