El lado oscuro. El lado caluroso. Roque Negro.

Según las noticias el fin de semana sería caluroso, así que la opción más lógica era Roque Negro, aunque la elección de la vía aún no estaba clara, marchamos hacia allá.

Después de saludar a los amigos que ya estaban escalando y dando gracias por unos gatos prestados para poder subir, nos fuimos hacia El Lado Oscuro.

Bonita vía que parte a la izquierda del Diedro del Sanguino subiendo por una placa de adherencia aunque con minúsculas regletillas, cotada como 6a. Esta placa nos dejó en una cómoda reunión donde aliviar los pies que ya ardían por el sol de justica que nos golpeaba. Las chapas nos guiaban por el segundo de los largos, donde algún pasito curioso nos llevó hacia la segunda de las reuniones, ésta ya no tan cómoda, aunque llevadera que se suele decir.

A partir de aquí la cosa ya se complicó un poco. Saliendo recto nos fuimos hacia un diedro, a la derecha de la reu por donde interpretamos iba la vía (según alcanzamos la 2º chapa no seguir por el diedro, pasar hacia la placa blanca). Un par de chapas al principio, un matojo de esos de “ni me mires” y un brezo seco era lo único donde poder proteger, hasta llegar al final del diedro donde un pequeño desplome con fisura saludaba a los frienes, mientras que nosotros emplazábamos el seguro con sonrisa de oreja a oreja. Piedras sueltas, tierra y alguna laja que se soltó nos dejaron momentos entretenidos, por no decir de acojone.

Evidentemente la reunión tampoco la encontramos así que saliendo del diedro hubo que remontar hasta pillar una buena fisura donde triangular cacharros. Algo había salido raro, según la información 18 metros de largo, según nuestras cuerdas 30. Así que, ¡ ná ! a seguir, aunque ahora a la sombra.

Recobramos la línea encontrando la reunión de donde parte el largo de 6b+/6c. Fue aquí donde la tortuga mayor sacó toda su destreza, maña y perseverancia para poder superar el largo, gracias también a “nuestras técnicas avanzadas de progresión” las cuales constan de palitos, cintas para el pelo, etc. Después de una fenomenal lucha la Súper Tortuga grita ¡Puiiii! (reunión) y el Sherpa y yo, respiramos aliviados.

El último de los largos que aunque sencillo hay que proteger con algo en su salida porque un resbalón sería un mal asunto. Salimos de la reunión por lo evidente, unos pasos a la derecha para luego empezar a subir entre piedras y brezos siempre tendiendo a la derecha, así, hasta que nos metemos entre la maleza y salimos a cumbre.

En la cima caras de satisfacción y en el suelo Mr. Tadeo y el Sr Alexis nos esperaban para comentar, un poco más abajo en “Casa Nene” las incidencias del día, bajo la atenta mirada de una rubia espumosa bien fría.

Entre ropa vieja y cerveza nos explicaron nuestro error, amén de las incidencias de su vía.

Risas, perrillos, cable acerado y parabolt de calidad dieron con el fin de la jornada.

Hay pocas cosas en este mundo como compartir momentos con los amigos.