Plásticos

Bueno, otro año más, ha llegado a nosotros la tarjeta federativa, “el plástico” coloquialmente hablando. La hemos recibido hace muy poco, pero bueno, la tenemos. La verdad, habíamos pensado buscar otras alternativas a la Federación Canaria de Montaña.

Nos estamos federando desde hace años. Ves un accidente un día cualquiera y te surge la duda si federarte o no, al final la lógica impera y decides federarte, luego no sé si por costumbre o por lo que vas leyendo pues continuas pagando el “plástico”. Imagino que casi todo el mundo toma la decisión en base a lo mismo, el tan traído y llevado seguro, además como están las cosas, horita habrá que enseñarla para transitar o escalar en muchos sitios, sino tiempo al tiempo.

Nos indigna, aunque hacemos un poco oídos sordos, a todas esas polémicas. Que si esta federación es no sé qué, que si la otra hizo aquello, si esta no lo hizo, que si una no se presenta, que si la otra da un golpe de estado. Una especie de guerra donde nadie respeta nada y al final entiendo que los perjudicados son los federados.

Realmente y visto desde afuera parece como imposible sacar un proyecto coherente cada año. Entiendo que son muchos los intervinientes cada uno con sus problemas y buscando sus soluciones. No sabemos realmente si rigen los principios de equidad y coherencia, además de la lógica que cabría de esperar en los órganos de funcionamiento de este tipo de federaciones. Muchas veces pensamos que no básicamente por lo poco que vemos y percibimos.

Uno se entera de muchas cosas por gentes que no están federados o que no forman parte de la dirección de dichos organismos, por lo que técnicamente esa información habría que ponerla en tela de juicio, básicamente porque debe ser el organismo en cuestión el que tenga informado a sus miembros. A nuestro modo de entenderlo flaco favor le están haciendo a la montaña y al deporte, esto lo decimos porque no nos parece un grupo de personas que se sienten para resolver problemas y marcar directrices presentes y futuras sino más bien un grupo de gentes aquí y allí con un batiburrillo de cosas en la cabeza que a veces explota y otras, pues no.

Nuestro trato con ellos ha sido bastante poco y en lo poco que hemos topado pues bueno, podría haber sido mucho mejor por decir algo. Cosas que se deberían de dar por sentadas no se dan y otras que ya deberían de estar consolidadas antes del presente ejercicio pues tampoco, como diría mucha gente “más de lo mismo”.

Muchas veces te llegan comentarios de que tal o cual federación de una u otra comunidad funciona muy bien por esto o lo otro e incluso sin tener contacto ves cosas reflejadas que te inducen a pensar que sí, que funcionan mejor y automáticamente piensas “coño y porque aquí no” ¡qué pasa! que están enfermos de algo endémico que les impide progresar, avanzar hacia lo que viene. Y no siendo, que no lo somos catastrofistas lo que viene va a ser mucho y en todos los ámbitos, básicamente por el aumento de usuarios de montaña en todas sus modalidades, por la aprobación de leyes, por los cambios de competencias de nuestros montes, por el uso no lúdico sino lucrativo que se le quiere dar a todo, por el número de empresas que desarrollan su actividad en el medio… como decimos, muchas razones.

El cambio de talante no se sabe si llegará y por lo que se ve, tampoco se le espera. Nosotros esperamos que cuando ese cambio llegue si es que llega en algún momento y toque a las puertas de nuestros montes, de nuestro deporte, de nuestra forma de entender todo esto y para muchos también la vida no sea demasiado tarde. Esperamos que ese mecanismo que hace girar todo esto no este lo suficientemente oxidado que ya poco se pueda hacer.

Tal vez esperamos mucho.

Se puede dedicar a muchas cosas, pero en esta ocasión “ dedicado a todas las paredes  que  por nuestros ojos han pasado.