miércoles, 4 de junio de 2014

Muerto, Risco del Muerto.

Tiempo hacía que no tocábamos las preciosas fisuras de este pequeño e impresionante paraje. Además algunos amigos no habían estado y después de tanta alabanza en favor de esta zona organizamos la excursión.

Una de éllas. Hacía mucho tiempo que no pisábamos estos lares, pero quitando a la vegetación que poco a poco ha ido retornando a sus dominios las paredes estaban en magnifica forma, al contrario que nosotros.

Desde el camino la vista se dirige inexorablemente a la más esbelta de las fisuras que allí se dan cita. Larga, continua y arrogante, nace en el suelo y va a morir a una reunión de cáncamos algunos metros más arriba.

Parte superior Buscando como empotrar

Como un adiós sincero se extiende por el paño de pared que además es compacto y limpio. Así que tras las indicaciones pertinentes y cargados de cacharrería variada procedimos a dejarnos llevar por esta y algunas otras que caían a nuestro lado.

Hasta la chimenea Titánic sufrió el acoso de frienes y cintas, aunque como ya se sabe de difícil protección, esta vez se dejó querer por uno de los expedicionarios más aventajados, para así hacer otra muesca en su cuenta personal.

Nos quedaron cosas por hacer, para nuestra suerte, porque siempre es importante dejar algo para más adelante. La próxima vez repetiremos otra magnifica vía a la derecha de todas estas, además siendo de varios largos el concepto y el disfrute suelen ser algo diferentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a ese de la chimenea Titanic!!!