Gran canaria. mini climbing tour.

Tocaba escalar, ya hacía tiempo, entre las lesiones la desgana y un par de cosas más, la piedra ha estado ausente unos meses para algunos. Nuestras intenciones eran claras: Fataga, Sorrueda, Ayacata y luego acercarnos a Costa Ayala para ver que tal era la zona.

La cosa es que no se nos dio mal del todo. Los lesionados hicieron un papel aceptable, aquellos que entrenan han subido el nivel, los que no lo hacen, resulta que se mantienen y los titanes pican grado.

Fataga como siempre deportiva y soleada, vías bonitas y algunas lascas sospechosas. Lo de siempre vamos, placas, regletas y un diedro con pasos tipo The Quarryman.

Sorrueda nos pareció un paraíso, sombra, temperatura agradable, líneas muy bonitas y charca para baño fugaz. Fue allí donde todos afinaron y así se pudo ver como caían 6b e incluso 6c de una factura impecable.

 

El titán resolvió un 7a con microdedos, las féminas atacaron un 6c sin contemplaciones, Miguelón y el Shinga ganaron la batalla a todos los 6b que se les pusieron por delante, eso sí unos mejor que otros, que la vagancia se nota, e incluso hasta las que no escalan casi nunca, dieron buena cuenta de los V de la zona.

La noche hizo dividir las fuerzas y mientras unos descansaban en Sorrueda otros intentaban tragar entre velas de cumpleaños en Ayacata.

Resuelto el enyugue y las risas, la mañana se despertó caminante hacia la base del sector fantasma, allí nos esperaba lo que a la larga sería una sucesión de roca suelta entre un mar de piedras. Unos abandonaron por lo inconsistente de la vía y otros se arriesgaron entre piedra suelta hasta unos pasos de 6a, de esos que gradúa alguien acostumbrado al bloque y a lo descompuesto. Reagrupados todos, nos encaminamos hacia cumbre, para contemplar las mejores vistas de esta zona de escalada.

Una vez rapelada la vía y observando una hermosa fisura “paraboleada” (1º largo de la Venus) algunos se empeñaron en sacarla sin tocar los spit y por supuesto tampoco los parabolt y hasta la primera R llegaron, dejando para otro día la finalización de la misma, más que nada por falta de información. Al lado, otra línea de parabolt se perdía en la inmensidad de la pared, la cual también se abandonó básicamente porque se intuye que es un proyecto, pues terminaba sin R y en medio de la pared.

Tocaba retirada hacia la costa y comenzaba la debacle. Sector perdido que nunca se encontró, guía de Gran Canaria con más errores que aciertos, coches que patinaban en el polvo grancanario y sectores reflejo de una guía que deja mucho que desear.

En líneas generales Gran Canaria tiene muy buenos sectores con vías de ensueño para cualquiera que guste de delicatesen con aroma a roca, si a ello se le acompaña o sazona con una buena dosis de compañeros motivados y dispuestos a todo tienes un exquisito guiso de escalada fanática, amistad, risas y por supuesto enyugue a golpe de magdalenas y de nuestro amigo Bob, porque con Bob los enyugues lo son menos y las risas mucho más. Cumpleaños que quedará grabado en una estantería destacada, no de esas de Ikea, sino de las buenas, de caoba donde se guarda lo mejor de los demás para cualquier tarde sacarlo y recordarlo con ansias de volverlo a vivir.

Si eso lo tenemos en Tenerife ya lo tendríamos ….

No están todos los que son, pero a todos, gracias por un climbing de lujo, de esos que se guardan con mucho cariño.