Pa’llá fui, con el semblante dispuesto a recorrer en solitario guaguas, metros y trenes. Y todo fue a mi favor.
El primer contacto Santi Llop, que aparte de endulzarme literalmente la llegada, me abrió su espacio para acogerme. Gracias a su madre e hija por compartir almuerzo e historias de la guerra, (cuánto debemos contentarnos por la vida que ahora nos ha tocado vivir), salud y cariño para ustedes. Y como quien dice: “carretera y manta”; llegamos a Morata de Jalón un pueblesillo a unos 45’ aproximadamente de Zaragoza, lugar escogido de nuevo para realizar este año el VII Encuentro Nacional de Escaladoras. Poco a poco iban llegando furgonetas y coches para llenar la calle, mujeres, hombres y niños dispuestos a compartir un fin de semana de montaña. Y aparecieron Ana, Idoia, Gloria y el Negro ¡¡ qué alegría volverlos a encontrar!! “La cuadrilla” e Isabel que comienza a dar la bienvenida.
La montaña me espera o más bien, yo la espero deseosa, Santi, Marina y yo, nos vamos a hacer vías de varios largos y nos metemos en la Pared del Burdel, vía Hilaria V+ 70m, semiequipada, vamos alternando largos y con una roca que se deja querer con variedad, placa, buenos cantos, algo de fisura, ¡umm! todo me sabe a caramelo. El paisaje me comenta lo bueno de haberme permito venir.
Aún nos da tiempo para otra vía que hace también la función de rápel para descender por la Pared Negra, vía Original (Antonio Vallés) 6ª+ 62m, la 1ª abierta en este sector por lo que hay partes muy lavadas y el A0 hace presencia en nuestras muñecas, y volvemos a realizar el rápel con dos cuerdas de 60m. De vuelta volvemos próximos a las vías del tren, mientras, el río nos va cantando a su paso y el bosque nos proporciona su sombra. Encuentro con otras escaladoras y escaladores y le metemos a un par de vías de deportiva ¡qué buen ambiente!
Recogida de material y vuelta al albergue que llegamos tarde a la proyección "Aztarnak" (Huellas) llevada a cabo por Neskalatzaileak, que versa sobre la mujer en distintas modalidades deportivas y su lucha por hacerse hueco en la montaña, una proyección con buen montaje, imágenes, entrevistas… y momentos de apretar y salvar algún paso apretón con la “súper chapa” jeje.
Cena en común con las ciento y pico participantes en la que tengo la oportunidad de enriquecerme con las historias y curiosidades de Los Anglada y de Mercedes Planas. Sorteo de regalos en los que hasta yo alcancé, -gracias por el detallazo chicas- y después de la comida…¡¡a jugarrrrrr!! Risas y disfraces, correr, preguntas, tirar el dado, buscar el nº, un rato de diversión para mayores y peques.
Está amaneciendo y vuelvo a oler a monte, a roca, a calor. En esta ocasión solos Santi y yo frente al Sector Peña del Reloj vía Concepción Garcia V, 100m, buena vía, cómoda, equipada, aunque para mi gusto con algunos tramos con chapas de más, con roca sólida, entretenida, clásica del lugar y claro con buena compañía pues aumenta el disfrute ¡aupa máquina!. Descenso caminando.
Ya da el sol y da fuerte, pero seguimos con ganas, así que nos movemos en busca de sombra y Santi me regala una hermosa fisura. A la vuelta de la esquina aparece ante mis ojos esa línea y mis manos inconscientes comienzan a girar, a calentar, aunque te la trabajas en babaresa y con algún que otro empotramiento, es divertida y me deleito en ella, ambos la repetimos dos veces, totalmente recomendable, ¡qué pena que sea tan corta!
La boca se nos espesa queremos meter cacharritos, así que por allí mismo, en las vías deportivas nos metemos a probar algunas, sin uso de chapas, ¡qué rico!¡se me abre la mente! Que bien van los tricam en esos agujeritos.
Y volvemos al encuentro de la comunidad escaladora o con una pequeña parte, Esteban, Mercedes, Los Anglada, Patty, Siete, El Negro, María, Gloria, Ana, Idoia, Santi y algunos más que no recuerdo el nombre. Otro de esos ratos con el buen sabor de la compañía, del compartir, del hacerme partícipe e integrante del grupo. Gracias de corazón, me despido de ellas y ellos, no sin cierta pena, encantada de haberlos tenido en este laberinto de vida. Gracias Santi, gracias y gracias.
Pero aún puedo sorprenderme más, Esteban y Mercedes me animan a quedarme en su casa (los papurris) e ir a escalar al día siguiente a Montserrat ¡chas qué suerte!. Salimos tempranito por eso de evitar aglomeraciones en carretera. Al pie del refugio distribuimos el material y avanzamos por un camino hermoso cuajado de vegetación, sus formaciones esbeltas, redondeadas, agujas, todas ellas con sus nombres acordes a sus siluetas; me hacen sentir pequeña y al mismo tiempo se me hincha el pecho al poder disfrutar de ello y con Esteban, hombre de la montaña y amante del “deporte”, el cual me permite alzar cuerdas a su lado. Llegamos a la Cavall Bernat, vía Punsola-Reniu, V/Ae o 6c 240m.
Comienzo a sentir la roca y me adueño de la alegría que Esteban me desprende, que me hace vibrar con sus halagos mientras Jac y Wiffi quedan al pie de vía (sus queridos perros). Me hubiera gustado que Mercedes nos acompañara. Los largos se van tranzando con sonrisas, aunque los dos últimos se hacen más duros y los bolos más pequeños y las presas de pie parecen escondérseme, así que apuro en A0, buena elección de vía para conocer esta escuela y poder divisar desde su cumbre muchas de sus formaciones elegantes, sutiles, que dejan la sensación de querer más. Rápel por la vía normal y destrepe largo que realizamos con ayuda de cuerdas instaladas.
Después de la barrita y el plátano, cogemos la furgo y nos vamos a hacer otra más suave y curiosa la Gam A La Portella Petita 6ª+ o V/A0, 100m donde poder volver a disfrutar de la inmensidad y de las agujas de Montserrat.
Qué bueno todos esos abrazos, ese compartir que une a todos aquellos que adoramos la montaña. Podría contar más sensaciones y lo que se lleva mi persona, pero se extendería demasiado este post.
Gracias a la cuadrilla por evocar motivación y dar a la mujer la oportunidad de seguir luchando por sus ilusiones y objetivos, por la unidad entre escaladoras.
Gracias especialmente a Santi por ser mi cordada femenina, jiji, que ya pesas menos y lo tuyo es pura fibra, jeje. Y cómo no, gracias también a Mercedes y Esteban por darme un sí, sin conocerme; Esteban no te asustes con mis “Puii”.
Gracias a mi Elenucha y Edu por brindarme su casa y compartir unos dátiles, jajajaja.
Un fuerte escachón a todos.
Tortuga.
3 comentarios:
Gratificante tiene que ser escalar con ese puñado de historia y por supuesto cenar con el Sr Anglada al lado, comentando sus recuerdos, eso no tiene precio.
El Shinga.
Tu simple compañía es la mejor recompensa para compartir sensaciones en montaña.
hasta la próxima disfruta todo lo que puedas
Aupa Dulce y cuadrilla!!! Ahora separadas un poco de todo el revuelo y desde la tranquilidad te escribo para felicitarte por esas vías, por el viaje, por tu compañía aun no habiendo podido hacerte todo el caso que quisimos. Por nuestra parte es siempre un placer el veros y nos hubiese encantado poder hablar de vuestra gente, proyectos y demás. Ojala tengamos otras oportunidades y charlar tranquilamente. muxus y con mono de volver a vuestras tierras.
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