Satisfacción de volver a retomar
la vereda que había desfigurado,
alzar los cacharros y saber elegir el adecuado,
mientras el dorso de mi mano se encaja para respirar, aspirar,
expirar de todo aquello que no me sabe a dulce,
todo lo feo de los aledaños de una pared.
Deleite de mis ojos ante ella,
haciéndome disfrutar de cada palmo, de su estructura,
enderezar mis huellas aunque esa fisura me retuerza la silueta,
porque sé que puedo recuperarme y proteger lo que me invade.
Calzarme de nuevo los pies apretando los cordones
como así, aprieto la vida, y
con ello desgastar la suela con mis andares,
con mis devaneos deslizándome por la pared
y palpar las ilusiones que habían quedado
en algún cajón o en alguna mochila desgastada.
Soñar de nuevo agitando los brazos,
reunir motivación en palmadas de otros, en las de una misma
y apretar la sabia de iniciar con los ojos limpios
para seguir alimentando y descubriendo su estructura, sus texturas…
Vuelvo a ver porcentajes.
Tortuga.
3 comentarios:
Gracias por tus palabras, que bonito es leer algo asi un Martes por la mañana.
David.
Volver, volver,volver..Hummmm..yo más bien creo que has vuelto a darle al vino,jejeje.Un escachón.SARGENTO.
Para arriba y para abajo, así es la montaña rusa de la vida...
Un abrazote "Poseido" ;)
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