En una estantería, de una conocida librería estaba
descansando. Pero no cuadraba, unas veces por falta de pelas y otras por cambio
de género, que siempre es bueno leer de todo. Incluso llegando a esconderlo en
los de fitness para ver si así pasaba más desapercibido aún.
Total que llegó el día y acabó en nuestras manos. Son de los
libros que gusta leerlos. Rápidos, concisos y a la vez trepidante, por lo real
de sus historias.
Como se puede leer en la nota de su editor “Es la historia de
Cassin contada por Cassin”. Se podría enumerar su currículum, que bueno, se ve
que es de alguien tenaz, amante incondicional de la montaña y de lo que ello
conlleva.
Según leo, el libro es la unión de dos volúmenes ya
publicados anteriormente y concretamente al final de la nota del editor reza lo
siguiente:
Aún sin sentirse de
ningún modo narrador, Cassin ha contado sus aventuras con gran inmediatez e
insuperable detalle (sobre todo en lo referente
a la descripción de los itinerarios alpinos) . Añadiría que también le
ha puesto sentimiento, pasión y veracidad.
Nacido el 2 de enero de 1909 su vida siempre fue en paralelo
a la montaña, cruzándose con ella en infinidad de ocasiones. Empezando con un
grupo de amigos en su ciudad y acabar siendo uno de los mejores alpinistas.
Atravesó la guerra formando parte activa concienciado de los valores de
libertad, fundó su empresa de material para la escalada y montaña, siendo muy
conocidos los pitones para roca, mosquetones e incluso las primeras chaquetas
de pluma, cosas estas que desconocía totalmente.
En sus 100 años de vida tuvo tiempo para abrir y escalar
infinidad de itinerarios siendo sus escaladas en los Alpes: arista suroeste de
la Torre Trieste, espolón Walker en la Norte de las Grandes Jurasses, pared
norte cima Oeste de Lavaredo, etc, etc Todas o casi todas con problemas de
sexto grado, teniendo en cuenta las fechas en las que estamos ubicando el libro.
Las grandes alturas también lo llamaron y se embarcó en la
expedición al Gasherbrum IV, donde se tocaba cima por primera vez, luego muy
conocida es su apertura en la otra parte del mundo, Monte Mckinley por la cara
sur.
Un libro de los imprescindibles de verdad.
Como leí
algo más de él en internet, me quedo con una de esas frases que atisbé en
alguna web que ahora no recuerdo (Ricardo murió con 100 años en 2009)
“Siguió escalando hasta
los 80 años”
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