![Esteban Marganets img221](file:///C:/Users/DULCE/AppData/Local/Temp/WindowsLiveWriter1286139640/supfiles259416E/img221_thumb.jpg)
Las Ánimas es una de las zonas de escalada en Canarias donde
mejor se representa la idiosincrasia del arte de trepar en esta tierra. Su
peculiar fisonomía con bloques flotantes, bellas placas, vegetación de lujo
representativa de la isla y un marco incomparable, con el rugir del viento
mezclado con el suave susurro de las olas que bañan Almáciga, son el escenario
ideal para cualquier escalador que se precie de buenos paisajes con entornos
sugestivos y sensaciones intensas.
![1º largo, común para ambas vías DSC07054](file:///C:/Users/DULCE/AppData/Local/Temp/WindowsLiveWriter1286139640/supfiles259416E/DSC07054_thumb1.jpg)
Después de una aproximación de 30 minutos encontramos en la
base dos flechas marcadas en la roca, estampan la entrada del 1º largo de la
Shinga que yendo en diagonal te hace ir buscando el clavo bajo unos bloques
adosados rectangulares que se encuentra a unos 10m del suelo, hasta llegar al
pie del pequeño muro e ir con tendencia hacia la izquierda en busca de un corto
canal limpio de orchilla, que a su fin se sale también por su izquierda para
encontrarnos una fisura de puños que se va estrechando, desde donde podemos
divisar la 1ª R.
Salimos de la 1ª R, por su izquierda, para según pasamos seguir
ascendiendo por bloques y conseguir una corta placa que nos queda a derecha con
un parabolt y ya dirigirnos hacia la R2, a unos 15m. Ya estamos en la Esteban
Margenats.
Aquí comienza la faena frente a la placa del 3º largo que
seguiremos por su fisura zigzageante donde en su parte ciega hallamos dos
parabolts, hasta el pequeño escalón para desviarnos a izquierdas e ir metiendo
algún cacharrillo. Unos metros más arriba en una repisa encontramos la 3º R a
triangular con algún seguro.
El 4º largo, con salida entretenida transcurre por fisuras
verticales hasta llegar al canal donde ya aminora el grado.
![Último largo DSCN5177](file:///C:/Users/DULCE/AppData/Local/Temp/WindowsLiveWriter1286139640/supfiles259416E/DSCN5177_thumb.jpg)
Es lo típico escalando en este roque, variedad y singularidad.
Nuestros seguros deben emplazarse en lugares meditados. Al ser terreno de
aventura nuestros empotres y regletas muchas veces estarán no sucios porque no
sería así, sino en su estado natural, es decir, con tierra. Aunque también es
verdad que todo aquel que se acerca por esta zona ya conoce su fisonomía.
Un ciclo empezado hace bastante tiempo y que ahora se cierra,
dejando la impronta en la pared de aquellos que gustan de la aventura en el
mundo vertical.
Como se ha comentado un silencioso homenaje a aquellos que
durante toda una vida han sentido y vivido la montaña, ofreciendo su casa a
alguna desconocida para poder sentir la misma emoción, que el trepar nos
ofrece.
Hoy regresan momentos y mientras asciendo recuerdo anécdotas
y situaciones que me hacen feliz, mi compañero de cordada sonríe y los hace
suyos también.
Wifi!, quédate aquí, que volveremos a rapelar por el mismo
sitio.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario