…y la gaviota voló

Mucha organización, pero llegamos sobre la hora de siempre, las doce. La gaviota nos esperaba para levantar el vuelo, así que arrancamos.

Primer largo de trámite totalmente descompuesto hasta llegar a la primera reu, un segundo largo off widh donde los cacharros grandes empezaban a trabajar. Ya en nuestra primera reunión de frienes, la travesía nos saludaba con unos pasitos alegres con algún tramito roto para alcanzar la tercera reu en la que nos encontramos con dos spit.

En el siguiente largo, la sabia combinación de miedo, sudor y buen hacer nos llevaría a dos clavos de esos de “no mirar mucho”. La orden, no te caigas, así que surcamos la gaviota como ella sobrevuela la mar, rápido y con tiento. Esto nos dejó en una reunión cómoda para algunos, otros la ignoraron, jiji, y salimos alegremente en busca de los pinos que ya habíamos observado desde la lejanía.

Cumbre.

El suave aroma del tabaco, nos supo a esfuerzo recompensado por el peso cargado y el buen hacer en los largos que dejamos atrás.

Tranquilidad absoluta a golpe de mirada, sonrisas nuevas en largos viejos.

…y la gaviota levantó el vuelo.

 

Nota: Foto de cabecera y las dos primeras cedidas por Gonzalo “El Peludo”.